Tras varias jornadas de debate, una consulta a la CUOTA, reuniones con arquitectos funcionarios de los ayuntamientos de Oviedo, Gijón y Avilés y muchas sesiones de trabajo interno, el COAA ha elaborado un documento de consenso que describe y aclara el contenido de los Proyectos Básicos, y pretende ser útil para recomendar a los proyectistas el formato más efectivo para acompañar a las solicitudes de Licencias de obras mayores, así como para recordar a los técnicos municipales los límites de su intervención en la verificación previa a la concesión de las Licencias.
En el esquema adjunto se señala en color naranja la proporción de cada exigencia que (en atención a la normativa que la regula) debe ser objeto de control municipal en un proyecto, y que corresponde a la documentación del «Proyecto Básico». Puede observarse que, mientras hay aspectos que deben verificarse por completo (diseño y funcionalidad, diciplina urbanística, etc.), la verificación de otras exigencias se reduce notablemente (seguridad estructural, salubridad, ahorro de energía), o incluso se hace nula (protección frente el ruido).
Esto es así porque, de acuerdo con lo que establece el Anejo I de la Parte I del CTE, en el Proyecto Básico se definen las condiciones geométricas (dimensiones, superficies, volúmenes...) y se describen las previsiones técnicas de los edificios de manera general, quedando para el Proyecto de Ejecución la especificación detallada de los sistemas constructivos, las estructuras y las instalaciones, cuya responsabilidad corresponde en exclusiva a los proyectistas.