La primera edición de los Premios de la Casa de Arquitectura ha reconocido nueve proyectos que destacan por su compromiso social, ambiental y cultural. El jurado ha valorado no solo la calidad arquitectónica de las intervenciones, sino también su vocación transformadora en respuesta a los retos contemporáneos desde una mirada crítica y propositiva.
Los proyectos premiados articulan nuevas formas de habitar, recuperar y resignificar el entorno, abriendo caminos hacia una arquitectura profundamente conectada con el territorio, la ciudadanía y el futuro. Desde la rehabilitación patrimonial con vocación inclusiva hasta la innovación tipológica en vivienda cooperativa o la respuesta resiliente frente al cambio climático, cada propuesta evidencia la capacidad de la arquitectura como herramienta de cambio.
Entre los galardonados, el jurado ha querido destacar:
La integración social y recuperación patrimonial en el proyecto para una «Calle post-industrial», de HARQUITECTES, que convierte un antiguo edificio industrial en un espacio abierto a la ciudadanía, promovido por una fundación sin ánimo de lucro que trabaja por la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual. Una intervención ejemplar que vincula calidad arquitectónica, función social y valor simbólico. / Imagen: Adrià Goula.
La innovación habitacional de «utopía compartida», proyecto de LACOL que, mediante un modelo cooperativo de cesión en uso, redefine los modos de vida y de convivencia. Una arquitectura de materiales crudos y lenguaje austero que, desde su sinceridad formal, propone un modelo replicable y comprometido con el tejido social urbano. / Imagen: Adrià Goula.
La dignificación de la vivienda pública en la propuesta «RAW ROOMS», de Peris Toral Arquitectes, que combina una planta innovadora y soluciones constructivas tradicionales adaptadas al clima local, demostrando que la eficiencia ambiental y la calidad espacial son posibles en proyectos de promoción pública. / Imagen: José Hevia.
La contemporaneidad en la rehabilitación de «PALIMPSESTO», un proyecto residencial de Ted’A Arquitectes, en el que se integran elementos preexistentes y nuevos acabados con una lógica de flexibilidad y adaptación al presente, generando un lenguaje claro, didáctico y profundamente funcional. / Imagen: Ted’a Arquitectes.
La revitalización del espacio público proyectada por Un Parell d'Arquitectes mediante una operación conjunta entre administración y ciudadanía para rehabilitar el entorno construido de la «Plaça Major» de Olot. Una intervención que combate la despoblación y refuerza la identidad urbana como patrimonio vivo. / Imagen: José Hevia.
La solución innovadora para el diseño de un parque fluvial inundable, fruto de la cooperación interadministrativa a nivel estatal, autonómico y local. «CANTERERÍA NO DUERMAS», proyecto de un grupo de arquitectos y arquitectas locales encabezado por Silvia Párraga, que transforma los restos de un desastre natural en infraestructura verde, con una mirada regenerativa y sensible a los ciclos del agua. / Imagen: Víctor Sanchis.
La arquitectura educativa en contacto directo con la naturaleza de «MUROS CON VIDA», proyectado por Urko Sánchez, con un programa innovador de bajo coste, desmontable y profundamente enraizado en el contexto local. Una propuesta que conjuga tradición, sostenibilidad y participación comunitaria en el marco de la educación rural. / Imagen: Javier Callejas.
La ligereza y poesía de «UN TIVOLI PARA LLUÈRNIA», intervención mínima pero significativa del paisaje ideada por Josep Ferrando, que se funde con el entorno y propone un espacio simbólico para la contemplación y la conexión con lo natural, con una atmósfera evocadora que se transforma al anochecer. / Imagen: José Hevia.
La recuperación de la memoria histórica desde la arquitectura y la investigación interdisciplinar del «Atlas de la Desaparición». Un trabajo riguroso de la Oficina de Investigación Documental que implica a asociaciones, familiares y colectivos en la reconstrucción del pasado mediante herramientas digitales y narrativas sensibles, con una clara vocación educativa y de justicia. / Imagen: Martín Zellerhoff
Más información en lacasadelaarquitectura.es