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Ponencia de Sonia Puente Landázuri en el simposio de MoMoWo en Turín

La decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, Sonia Puente Landázuri, participó a mediados del mes de junio en el simposio internacional de MoMoWo en Turín. En su ponencia, titulada “La situación real de las mujeres arquitectas en España”, Sonia Puente Landázuri, analizó los datos disponibles de la presencia femenina en la profesión, los salarios, las horas de trabajo, los tipos de trabajo a los que se dedican, etcétera y explicó qué pasos se estaban dando en España, y en concreto en el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) para trabajar a favor de una profesión inclusiva y una sociedad más justa e igualitaria.

Puente Landázuri explicó que mientras en el último curso en la Escuela de Arquitectura de Madrid están matriculadas un 61% de mujeres y un 39% de hombres estudiantes, los datos del CSCAE demuestran que solo un 30% de los arquitectos colegiados en España son mujeres, lo que, como dijo “pone en relieve la existencia de un problema”. Además, diversos estudios, como las encuestas realizadas por el propio COAA o los datos del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña, reflejan que existe una enorme desigualdad en el salario según el sexo y la edad, con una mayor presencia de hombres en el grupo de ingresos más altos. En cuanto a las horas trabajadas, la decana explicó que el porcentaje de hombres que trabaja a jornada completa es muy superior al de las mujeres, que de media trabajan entre 21 y 34 horas. “Aquí es donde tenemos que entrar a valorar el factor de la conciliación familiar”, explicó Sonia Puente Landázuri.

Ponencia de Sonia Puente Landázuri en el simposio de MoMoWo en Turín

Una vez expuestos los datos más relevantes, y, tal y como ella dijo, “a falta de datos exhaustivos que nos permitan un diagnóstico certero”, la decana de COAA expuso algunas de las líneas de actuación que se deben llevar a cabo desde los colegios profesionales. La primera de ellas es la del fomento de la visibilidad, en sus dos vertientes: más mujeres en la política profesional y en puestos de responsabilidad, y más difusión al trabajo de las arquitectas. La segunda línea de trabajo pasa por la creación de red a través de la asociación profesional de arquitectos  que permita a las mujeres adquirir autoconfianza, mediante el intercambio de experiencias, problemas, oportunidades, conocimiento. Por último, la tercera de las líneas de actuación tiene que ver directamente con la arquitectura, con la pregunta ¿qué se puede hacer para mejorar la vida de las mujeres desde el desarrollo de nuestra disciplina? En este sentido, Puente Landázuri, explicó que es imprescindible introducir en diagnósticos y propuestas la visión del trabajo tanto productivo como reproductivo, aumentar la percepción de seguridad y la accesibilidad en los modelos urbanos, trabajar en un cambio de mentalidad en cuanto a la movilidad y el espacio público, redistribuir los equipamientos equilibrados por necesidades de género que permitan la conciliación así como fomentar ordenanzas edificatorias que permitan flexibilidad de usos en nuestras viviendas, según las diferentes estructuras familiares y permitir cambios a lo largo de su ciclo de vida, así como prestar especial atención a los espacios comunes, garantizando la percepción de seguridad.

Como conclusión, Puente Landázuri manifestó que “la investigación y el conocimiento sobre el trabajo de las mujeres ha aumentado, pero todavía hay muchas preguntas y respuestas insuficientes”, e hizo hincapié en que las instituciones y la sociedad en general deberían trabajar para desarrollar y apoyar la investigación que vincule el género, el espacio urbano y la arquitectura, así como la reescritura de la historia de la arquitectura.

La arquitectura progresa y se adapta a lo largo de la historia de acuerdo con los desafíos a los que se enfrenta, y según dijo, “uno de los desafíos de este siglo es lograr la igualdad de oportunidades en la profesión, lo que seguramente generará muchos cambios en muchos aspectos diferentes”. “En todas las instituciones, incluida la que represento aquí, hay una necesidad de dar prominencia a las mujeres arquitectas profesionales en los tiempos actuales, pero también a aquellas de la historia que han olvidado en gran medida”, añadió y finalizó diciendo que “por lo tanto, tenemos un deber social, arquitectos y arquitectas, para esforzarnos en mayor medida en un cambio que permita para una profesión inclusiva, que represente todos por igual, hombres y mujeres,  y en definitiva una sociedad más igualitaria, amable e inclusiva para todos”.

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