El pasado 27 de febrero se celebró una Asamblea Extraordinaria del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias en la que se votaban los presupuestos presentados por la Junta de Gobierno. Se trataba de una segunda presentación de las cuentas después de que la asamblea de diciembre rechazará la propuesta y de que la Junta de Gobierno superara en enero una cuestión de confianza.
En esta ocasión, los presupuestos se aprobaron por 90 votos a favor, 26 en contra y 16 abstenciones. La asamblea comenzó con una intervención de Sonia Puente Landázuri, decana del COAA, en la que aprovechó para agradecer su presencia a los asistentes. “Nos encontramos en la tercera asamblea en poco más de dos meses”, dijo, y añadió que “el proceso ha sido duro, pero esperamos que la institución salga reforzada”. Además, explicó que “desde la junta hemos realizado un esfuerzo para mejorar lo que os proponíamos en diciembre, a través de un ejercicio de mayor trasparencia, mediante la presentación de documentos que expliquen mejor las cuentas colegiales y hemos visto como los colegiados habéis respondido con una alta participación en todo este proceso”, algo que agradeció a los presentes.
La decana explicó que “estamos ante un presupuesto de consolidación, que refleja la nueva estructura interna del COAA, y que exige por ello otra presentación. Esa estructura en la que hemos trabajado intensamente estos años, y que nos está aportando buenos resultados en todos los aspectos incluido el económico”.
Tras su intervención, comenzó la presentación de María José Fernández, tesorera del COAA, que empezó su exposición con un análisis económico del entorno, algo que se tiene en cuenta a la hora de elaborar el presupuesto colegial. Después, adelantó la situación económica del colegio tras contar con el cierre provisional de las cuentas de 2018, que se sitúa en un saldo positivo por encima de los 100.000 euros, aunque añadió que “la cifra exacta no estará asentada hasta el cierre definitivo del ejercicio”.
En el capítulo de ingresos, explicó cómo se proyectaban los ingresos por visado y relató qué costes en tramitación de documentos serían eliminados con la aprobación de este presupuesto. Además, detalló la propuesta de modificación de las cuotas. En concreto, dijo que “la cuota colegial íntegra se reduce un 5%, pasando de 420 euros a 400. Al mismo tiempo, la cuota bonificada se incrementa un 5%, pasando de 190 a 200 euros”. También detalló cómo se está consolidando la vía de ingresos por patrocinios y colaboraciones, algo que consolida el modelo colegial. En cuanto a los ingresos del Instituto de Arquitectura, la tesorera indicó que “el departamento va estabilizando su funcionamiento” y añadió que “optamos por presentar una partida con tendencia creciente”. “Esperamos que el motor de ese crecimiento sean los ingresos por cursos de formación integral, que cuentan ahora con la estabilidad que aporta un plan anual de formación”, dijo.
Entrando ya en el capítulo de gastos, se detuvo María José Fernández en el apartado dedicado a los gastos de personal, del que dijo que “se aborda en el contexto de una planificación a corto, medio y largo plazo”. “Una parte de nuestros empleados están próximos a la edad de jubilación y es obligado planificar su relevo en un marco plurianual. No será una tarea menor. Estas personas atesoran un acervo de conocimientos valiosos que solo dan el trabajo y la experiencia, y es imprescindible que ese valor permanezca en la institución tras su retiro”, dijo y añadió que esta reorganización laboral va a conllevar un aumento transitorio de costes laborales. De todas formas, explicó que es un aumento coyuntural y que “en tres años, la masa salarial será similar a la que asumíamos en 2016, mientras que la actividad de la institución estará más diversificada”.
Tras este repaso, se procedió a un turno de preguntas y a otro de intervenciones a favor y en contra de la aprobación del presupuesto que derivó en una votación nominativa que se saldó con un resultado de 90 votos a favor, 26 en contra y 16 abstenciones.