El pasado lunes, 19 de octubre, falleció Federico Correa, a los 96 años de edad. Tal y como recogen en el Col·legi d'Arquitectes de Catalunya, Correa es uno de los arquitectos más importantes de la arquitectura contemporánea y uno de los máximos exponentes de la revisión de la modernidad que se inició con la posguerra española.
Sus inicios profesionales se producen en el estudio de José Antonio Coderch, donde coincidió con Alfonso Milá, quien rápidamente se convirtió en su socio. Al lado de Coderch mueblaron pisos de la Barceloneta, diseñando, por ejemplo, una de las piezas más icónicas de nuestro país: el 'Sillón Barceloneta'. Un homenaje a Mies van der Rohe y un buen resumen de lo que después caracterizó su carrera: el confort, el espíritu lúdico, la ergonomía y la sensualidad.
En 1953, Correa y Milá se establecieron como arquitectos independientes y empezaron a definir la domesticidad de todo un colectivo y una ciudad mediante proyectos como residencias urbanas o las casas de vacaciones de Cadaqués. En el campo de la arquitectura comercial, Correa Milá revolucionaron también el mundo del interiorismo, con intervenciones en tiendas como Olivetti o en restaurantes como el Flash Flash e Il Giardinetto. Unos encargos que combinaron con otros de tipo industrial o residencial, como el puerto de Aiguadolç de Sitges.
Correa Milá, sin embargo, también tuvieron un destacado papel en la reconfiguración de de Barcelona: son los autores de la exitosa reforma de la plaza Reial, de la rehabilitación de la sede de la Diputación de Barcelona o la reforma de la planta noble del Palacio de la Generalitat. Pero su momento álgido llega con la Barcelona olímpica, cuando ganaron el concursos para la definición de la Anella Olímpica de Barcelona y reformaron el Estadio Olímpico, proyectado junto a Vittorio Gregotti.
Correa también ejerció de profesor en la ETSAB entre 1966 y 1990, donde se convirtió en maestro de distintas generacions de arquitectos. Precisamente, la ETSAB acaba de publicar un libro en homenaje a su figura, 'Hablando de color, ante la duda: marrón'.
Su trayectoria con Milá constituye un amplio fondo que actualmente se conserva en el Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Cataluña. Son más de 400 obras de entre 1953 y 1995, documentadas a partir de planos, principalmente, pero también dibujos, fotografías y otra información de proyecto que Correa y Milá donaron envvida en mayo de 2006 al COAC.
