En 2014 comenzó el juicio por las obras del hotel Kaype en Llanes. Cuatro años que han dejado su huella en el estado anímico y de salud del arquitecto Ángel Rami Noguero, que ha tenido que pasar varias veces por distintos juzgados y tribunales. A pesar de ello, Rami, que cree que el inicio de todo el problema radica en la ausencia de planeamiento en el concejo, se reconoce reconfortado por la última sentencia que le absuelve de todos los cargos.
Después de cuatro años, una sentencia firme le absuelve en el caso de las obras del hotel Kaype. ¿Cómo se siente?
Sobre todo reconfortado. Creo que al final es caso ha terminado como no podría ser de otra manera, con una sentencia sobre la que ya no cabe recurso y que dice lo que era lógico. En este caso, la justicia ha brillado, tanto con la sentencia del marzo del juzgado como ahora la que emite la Audiencia Provincial. Con ellas, queda demostrado que no ha habido ningún tipo de actuación irregular o de prevaricación urbanística.
¿De dónde surge toda la problemática del hotel Kaype?
Creo que hay un elemento básico fundamental, que no es otro que la ausencia de planeamiento urbanístico. Un problema, por cierto, que Llanes sigue teniendo. Teníamos un PGO del 2003 que fue anulado en 2011 por el Tribunal Supremo. A partir de ese momento, Llanes queda en un vacío legal que se pretende solucionar con la contratación de un equipo de Madrid, pero esa contratación también se anuló y acabamos tomando las decisiones desde dentro del ayuntamiento.
Y es ese vacío legal el que deja en una situación difícil al arquitecto, ¿no?
Claro, es una situación de extrema gravedad, no solo para el propio municipio, sino también para los arquitectos municipales, que se encuentran con que tienen que emitir informes, conceder o denegar licencias, etcétera sin tener una normativa detrás que respalde sus decisiones.
¿Es en esas circunstancias como toman las decisiones con respecto al hotel Kaype?
Sí, pero no se toman las decisiones al azar. Se hacen siguiendo un criterio que se fundamenta, con los apoyos en la normativa que tenemos disponible, que si bien no es específica, nos puede ayudar a emitir una valoración. En este caso, con el TROTU en la mano y la Ley del Suelo, sobre todo lo que aparece en su artículo 24, se concedió la licencia. Pero no deja de ser un criterio personal.
Y cómo criterio personal puede encontrar opiniones en contra
Efectivamente. Ese criterio, aunque tenga un fundamento, y puede ser muy válido para algunos, puede ser menos válido para otros. Te encuentras en una situación en la que cualquier otro, lo puede ver de otra manera, o ampararse en ello para hacer daño, como fue el caso. En este caso, yo tengo mucho que reprochar a la Asociación de Vecinos y Amigos de Llanes (Avall), que con el amparo del ayuntamiento, me atacaron de una forma muy dura. Es que el propio ayuntamiento se persona como acusación y pide cárcel para uno de sus extrabajadores, es el colmo de la desfachatez.
¿Cuál es la situación de los arquitectos ante estos casos de ausencia de normativa?
Es un colectivo absolutamente indefenso, que están en la obligación de informar, positiva o negativamente sobre algo, y hagas lo que hagas, sin normativa detrás, estás expuesto. Como en una trinchera en primera línea de fuego. Lo mismo si concedes una licencia o realizas una denegación, adoptas un criterio y alguien puede denunciarte.
¿Una vez visto lo que ocurrió después, se arrepiente de haber concedido la licencia del hotel Kaype?
No, en absoluto me arrepiento de nada. Era mi trabajo y tengo la firme convicción de que todo lo que se hizo, fue de acuerdo con la normativa vigente que, aunque era poca, ahí estaba. El trabajo estaba bien hecho, así que no me arrepiento.
Aún tiene pendiente el caso del camping María Elena…
Sí, es cierto que hay otro pleito pendiente, promocionado por las misma gente, que lo único que parecen perseguir es el ataque. En el caso de la ampliación del camping, se dio licencia en unos terrenos que son urbanos, que así estaban clasificados en el PGO del 2003 y que no han dejado de serlo. Pero piden la aplicación del POLA, que no se aplica en suelo urbano. Y por esa concesión de licencia me piden dos años y medio de cárcel, una multa de 13.000 euros y diez años de inhabilitación para cualquier actuación con la administración…
¿Cuál es la situación anímica que deja estos procesos?
Es muy duro. Sobre todo por el daño familiar que causa. Yo lo veo más claro, por mis conocimientos en urbanismo y sé porqué se tomaron determinadas decisiones y sé que la justicia debería fallar como ha fallado. Todo esto claro que deja sus huellas, yo tengo problemas de salud derivados de toda esta situación, que es muy complicada.
¿Resarce la sentencia del daño causado?
No, son cuatro años de declaraciones en el TSJA, en el juzgado de Llanes, de juicios populares en las redes sociales, de daños morales… en realidad, yo he ganado la sentencia judicial, pero ellos, los que me han acusado, han ganado todo lo demás.
¿Cómo ve el futuro de Llanes?
Depende de qué pase en las elecciones de mayo, hoy por hoy, este equipo de gobierno no hace ningún bien al concejo. El documento de prioridades que han presentado de cara a la aprobación del nuevo PGO, no marca objetivos concretos y cierra toda posibilidad de desarrollo en el concejo. Me temo que con esa política, Llanes quede reducido a escombros.