El Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias ha recurrido la licitación del Ayuntamiento de Oviedo relativa a las piscinas municipales. Tras la revisión de su pliegos, la Oficina de concursos propuso su impugnación, auspiciada por la dirección del Colegio, por dos motivos: la inclusión de un ingeniero sin alusión a su rama de especialidad como parte del equipo mínimo y, como correlato de lo anterior, la propia inclusión de esa titulación como requisito de solvencia técnica.
Respecto de la primera cuestión, además, el COAA había solicitado una aclaración al propio Ayuntamiento que, hasta la fecha, no ha sido resuelta. Parece imprescindible, cuando menos, la definición de qué orientación específica debía tener el ingeniero incorporado al equipo, al ser manifiesto que algunas de ellas son completamente ajenas al objeto del proyecto. Pero es que, a mayor abundamiento, el COAA también discute la legalidad de la inclusión de un ingeniero en el equipo mínimo de un proyecto y dirección de obra de competencia exclusiva de arquitecto. Su inclusión, a la postre, o resulta contraria a la norma, o resulta redundante e innecesaria, sin perjuicio de la potestad municipal de su valoración, en su caso, como un criterio más de adjudicación, previa su debida justificación.
A criterio de la dirección del COAA, previo asesoramiento de su Oficina de Concursos, la licitación de razón representa una oportunidad de someter dicha cuestión a un órgano el cual, aunque de naturaleza administrativa, tiene un alto grado de especialización en esta materia, como es el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. A continuación encontraréis un enlace al recurso presentado.
