El pasado jueves 30 de mayo se celebró la Asamblea Ordinaria de Mayo del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias en la que los colegiados presentes, una treintena, aprobaron la memoria de gestión del colegio del último ejercicio así como la presentación de cuentas y liquidación de los presupuestos.
En dicha asamblea, además, Sonia Puente Landázuri cedió el testigo del decanato a Alfonso Torre Solomando, que expresó en el acto su intención de continuar por la senda de trabajo de la actual junta de gobierno y explicó que quería que su mandato estuviera marcado por el diálogo y la participación.
Antes, la decana había abierto la asamblea con una bienvenida en la que explicó que su paso por el colegio “ha sido una experiencia intensa en la que nos hemos volcado las once personas que en este periodo hemos pasado por la Junta de Gobierno”. Se refería a los ocho que forman la junta de gobierno saliente y a Carlos Fuentelsaz Franganillo, Ana Piquero y Juan Moriyon, que estuvieron presentes en diferentes periodos. Y añadió que “ha sido una experiencia en la que, apoyándonos en los empleados del colegio, y con mucho entusiasmo e ilusión, y también muchas horas de trabajo, hemos ido dando forma a los diez puntos que contábamos en nuestro programa electoral para avanzar en un modelo de Colegio cada día más al servicio de la profesión, y preparar la institución para los retos de modernidad que tenemos por delante”. Además, Puente Landázuri, agradeció este periodo a todos los que forman parte del colectivo y a los empleados del COAA. “Se cierra una etapa colegial y se abre otra en la que, al igual que hicieron nuestros antecesores y tengo plena confianza en que haréis los que ahora nos sucedéis, el compromiso sea el eje de trabajo para todos aquellos problemas y oportunidades de nuestra profesión, con altura de miras, por aquello que nos une: la Arquitectura en su más amplia acepción”, dijo la decana.
Tras esta bienvenida con sabor a despedida, Puente Landázuri y Marcos de Balbín, secretario del COAA, hicieron un repaso por las distintas líneas de trabajo abordadas en estos tres años. En concreto, tocaron cuestiones como la presencia de la arquitectura en los debates trascendentales, las relaciones institucionales del colegio, la preocupación por la contratación pública, la implicación de los colegiados en el día a día de la institución, la igualdad en la profesión, la reestructuración colegial, la formación, el visado o las cuentas colegiales.
María José Fernández, tesorera del COAA, fue la encargada de presentar las cuentas colegiales del último ejercicio y la liquidación del presupuesto, que fueron aprobados por unanimidad por la asamblea y que siguen la senda de recuperación económica de la institución que se ha mantenido desde el inicio del mandato.
En la asamblea de mayo se aprobaron también dos cuestiones claves: el reglamento de patrimonio del colegio y el nombramiento de Luis Carlos Iglesias García de Vicuña como colegiado de honor.