El 3 de agosto, fruto del trabajo del grupo de urbanismo “Hablemos de Gijón”, el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias (COAA) presentó alegaciones a la Memoria y Anejos del Plan Integral de Movilidad Sostenible y Segura de Gijón (PIMSS), validados por el Foro de la Movilidad, como última fase de la elaboración del PIMSS.
La principal preocupación del COAA respecto a este documento y las propuestas de actuación es su carencia de una visión general de la ciudad, al no configurar de forma coherente redes integrales y superpuestas de los distintos modos de movilidad. El principal desencadenante de esta situación, a criterio del COAA, es la metodología de análisis utilizada, que elude una modelización compleja de los datos origen – destino de la movilidad de Gijón. No es, en cualquier caso, posible modelizar adecuadamente la realidad, si la determinación del origen y el destino responde a distritos incoherentes desde el punto de vista urbano y funcional, ni es posible zonificar el análisis y las propuestas sin representar la movilidad origen-destino sobre el territorio. En consecuencia, no se define un análisis de partida fiable a partir del que plantear objetivos a dos, cuatro, y seis años, exigidos para el normal desarrollo del PIMSS. Y de hecho no se definen.
La movilidad y el diseño urbanístico de la ciudad deben confluir en la definición de un modelo de ciudad coherente, Gijón ya tiene su propio modelo y sólo necesita completarse, y es a eso a lo que se deben orientar el esfuerzo. La jerarquía viaria propuesta (radial) debería replantearse hacia un sistema en malla que equipare los viarios estructurantes radiales propuestos a los necesarios viarios transversales que permitan una comunicación continua en todas las direcciones.
Además, desde el punto de vista económico, no parece que los recursos se distribuyan de modo coherente, ya que el 85% del presupuesto previsto se concentra en tres actuaciones concretas – Cimadevilla (con una incidencia nula en la movilidad integral de la ciudad), aparcamientos disuasorios (con dudosa ubicación y de difícil ejecución a corto plazo) e integración del ferrocarril en la ciudad de Gijón y Nueva estación intermodal (un proyecto de plazos inciertos y en el que apenas se entra en este documento)-, dejando únicamente el 15% del presupuesto para actuaciones en el resto de la ciudad.
Entendemos imprescindible la creación de la Oficina de Movilidad Sostenible Municipal, que se debe configurar como órgano imprescindible para el control y seguimiento de la evolución de los resultados que se vayan consiguiendo con la aplicación del PIMSS. Pero dudamos que pueda atender la función para la que se crea, dado el grado de indefinición de los escenarios propuestos en el PIMSS, que lejos de plantear un escenario a 2-4-6 años plantea un sólo escenario u objetivo, el final, respecto al cual no se aporta ningún respaldo técnico que lo sustente, más allá del que pueda derivar del criterio de autoridad.
En conclusión, creemos imprescindible que se tenga en cuenta la situación real de partida, que y se responda a las expectativas reales y que esto se traduzca en un documento fundamentado que aporte escenarios detallados según los estándares exigibles para que sea la herramienta de seguimiento y control que necesita la oficina de movilidad, y a la postre la ciudad de Gijón, nos jugamos demasiado en ello.
Finalmente, desde el COAA reiteramos la oportunidad y el avance que supone para la ciudad que se haya puesto en marcha del Foro de la Movilidad (en el que estamos representados y participamos de forma activa), un órgano que posibilita la imprescindible y exigida participación de los agentes sociales y económicos en uno de los más importantes retos a los que se enfrenta la ciudad, y que tienen una escala global. Cambiar las forma de movilidad de nuestras ciudades, cambiar nuestros hábitos de movilidad para mejorar, de forma que ni imaginamos, la calidad de vida de nuestras ciudades.
A continuación se adjunta el documento pertinente: