La sede de Gijón del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias acogerá el próximo 28 de septiembre a las 22:00 horas la proyección de la película ‘Battersea Power Station: Selling an Icon’, en el marco de las XIX Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial.
“Battersea Power Station: Selling an Icon” es una película de Spectacle Documentaries, compañía independiente de documentales, con sede en Londres www.spectacle.co.uk. La película, producida en 2015, trata temas de gentrificación, urbanización y activismo comunitario.
La central eléctrica de Battersea impone un perfil llamativo en el horizonte urbano de Londres. Diseñada en parte por Giles Gilbert Scott, fue construida en los años 30 totalmente de ladrillo, y se mantuvo activa suministrando electricidad a la ciudad hasta 1983, año en el que fue abandonada.
Battersea es uno de los grandes iconos de la ciudad; y como tal, ha sido portada del álbum Animals, de Pink Floyd, en 1977 y aparece también en la película de los Beatles Help de 1966 y también se utilizó para filmar la película El discurso del rey.
El documental cuenta la historia de la central eléctrica de Battersea, desde su preponderancia como elemento icónico del patrimonio industrial y a través de años de abandono, especulación y planificación que llevaron a la sustitución de las chimeneas por réplicas, en contra de las buenas prácticas en las intervenciones patrimoniales que recomiendan mantener las estructuras existentes; todo un ejemplo de la distorsión más evidente, producida por la preservación dirigida por la empresa promotora.
Esta importante pérdida, no declarada en los principales medios de comunicación, sigue una curiosa estrategia "destruir para preservar" repetidamente aplicada en diferentes partes de la Central Eléctrica de Battersea.
Filmado durante 15 años, el documental da voz a las comunidades locales que rara vez son consultadas y cuya voz a menudo se pasa por alto, siguiendo las campañas populares del Battersea Power Station Community Group en favor de la preservación del edificio para el bien público. Nos lleva directamente al corazón del actual debate de conservación sobre si - y cómo - los edificios históricos deben ser preservados, gobernados, modificados o reemplazados, y "a quién" pertenecen.
