El pasado 1 de octubre, el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias presentó sus alegaciones a la propuesta de decreto por el que se aprueba el Reglamento de Ordenación del Territorio y Urbanismo del Principado de Asturias (ROTU). En sus alegaciones, el COAA explica que considera necesaria una revisión previa del TROTU que permita su adaptación a la nueva legislación surgida con posterioridad a su aprobación.
Además, hacen hincapié en la necesidad de contar con algo que es ya hoy una realidad económica, social y cultural: el Área Metropolitana Central de Asturias (AMCA). “En los últimos meses hemos asistido al impulso político para la puesta en valor de su potencial hasta llegar al “Proyecto Asturias”. Construir el centro de la región como una metrópoli funcional mediante proyectos deslizantes, que arrastran unos a otros, es entender que actuar en el centro tiene un efecto irradiador sobre las alas: la Ciudad-Región”, explican, y añaden que “la legislación asturiana vigente no afronta adecuadamente esos aspectos, no garantizando ni la permanencia ni la evolución del modelo real actual”.
Ante esta nueva realidad así como ante los cambios legislativos producidos desde la aprobación tanto del TROTU como del ROTU desde el COAA inciden en que “sería necesario reflexionar sobre las necesidades que se presentan para la regulación autonómica en materia de Ordenación del Territorio y Urbanismo para acometer la modificación o revisión del TROTU”. En este contexto, el COAA ofrece una vez más su colaboración, para analizar la situación y plantear iniciativas o sugerencias para la modificación o revisión del TROTU y de la normativa del desarrollo del mismo.
En sus alegaciones, el COAA solicita, entre otras cuestiones, que se defina con detalle el procedimiento de tramitación, los plazos, la documentación, etcétera de todos los instrumentos de ordenación del territorio y urbanismo. Ven necesaria una definición más clara del proceso de tramitación, algo que contribuiría a “una mayor seguridad jurídica y ofrecería mayores garantías que evitarían posteriores anulaciones que acarrean graves perjuicios para los concejos y sus vecinos”. Además, esta revisión del ROTU es, para el Colegio de Arquitectos, una oportunidad para coordinar los procedimientos urbanísticos con la tramitación ambiental. Así mismo, debe “establecer claramente en que caso es necesario realizar este trámite ambiental, cómo hay que realizarlo y qué tipo de tramitación es necesaria”, explican.
Otra cuestión en la que hacen hincapié tiene que ver con la coordinación administrativa. En este sentido, explican que el ROTU debería dejar claros los procedimientos para la tramitación de los instrumentos urbanísticos, y la necesidad de petición de informes sectoriales a los distintos organismos y qué organismos deben emitir informe en cada caso. Así mismo, explican que debería ser la CUOTA quien coordine la tramitación, analice los informes sectoriales, y en caso de informes contradictorios de distintos organismos coordine y determine cómo actuar. “Los cometidos de coordinación no deben recaer en los redactores de planeamiento”, insisten.
Solicitan también que es el ROTU quien debería desarrollar con total detalle el procedimiento para la tramitación de las modificaciones del PGO, definiendo qué se entiende por una modificación o una revisión parcial del PGO, y hasta qué punto se acepta una u otra. Así se podrían evitar riesgos de impugnaciones o anulaciones de planeamiento por cuestiones de trámite y agilizar procesos que de otra se alargarían mucho más en el tiempo.
Además de otras cuestiones técnicas y de procedimiento, el COAA señala que tras la experiencia acumulada en los diez años de vigencia del ROTU, “se extrae la necesidad de que se deben definir los tipos de Planes Especiales posibles, cuándo se necesita cada cual y cómo se tramitan, para evitar decisiones en base en criterios subjetivos”. Igualmente, piden que se establezca claramente el proceso de tramitación de cada uno de ellos. “No es lo mismo –explican- un plan especial de protección (PEP), que un plan especial de reforma interior (PERI), o un plan especial para implantación de infraestructuras” y solicitan que en cada caso se describa el contenido documental de cada uno como los informes sectoriales que se necesitan en cada caso.
Estas cuestiones aquí descritas son solo algunas de las que figuran en las alegaciones realizadas por el COAA a raíz del trabajo desarrollado por los grupos de trabajo “Redactores de planeamiento” y “Arquitectos y Administración. Puedes consultar las alegaciones completas en el siguiente documento: