Estimados compañeros:
Con fecha de 15 de diciembre pasado, celebramos nuestra Asamblea Ordinaria, a la cual esta Junta de Gobierno sometió su proyecto de presupuesto para el próximo año.
El presupuesto propuesto era el resultado final de un ejercicio riguroso de responsabilidad que ha conducido, en un tiempo muy breve, al total saneamiento de las cuentas del Colegio, con la amortización total de la deuda que manteníamos desde hace años, que permitiría articular una reducción de las cuotas colegiales e invertir en nuestras sedes y en reforzar los servicios colegiales. El presupuesto era equilibrado (contemplaba un superávit para 2022) y mantenía los mecanismos de control de gasto que han sido tan eficientes en el presupuesto anterior, diferenciando gastos e ingresos comprometidos de gastos e ingresos condicionados, y permitiría la mejora de los servicios colegiales; así como dar continuidad al modo de gestión, riguroso y austero, que ha definido a esta Junta de Gobierno.
Este presupuesto no obtuvo la aprobación de la Asamblea, al contar con treinta votos en contra. El debate propiciado antes de su votación no permitió, sin embargo, vislumbrar las razones de ese rechazo. No en vano, contemplaba propuestas objetivamente beneficiosas para el colectivo y no se habían formulado enmiendas al mismo. De hecho, con carácter previo, se había convocado también una jornada participativa para el conocimiento y difusión del documento entre los colegiados, a la que apenas asistió un colegiado.
La falta de aprobación de este proyecto, de conformidad con el artículo 46.2 de los Estatutos particulares del COAA, ha dado inicio al mecanismo de la cuestión de confianza, que obligaría, a la celebración de dos Asambleas Generales Extraordinarias durante el primer trimestre del año 2022 (la de la moción de confianza y la de nueva votación del presupuesto), además de la propia Asamblea Ordinara del mes de mayo, que este año coincidiría con la celebración de elecciones generales a la Junta de Gobierno.
La Asamblea General tampoco ha tomado en consideración la propuesta para la revisión de los Estatutos particulares del colegio, pese a que resulta un imperativo legal. A este respecto, y atendiendo la petición de algunos colegiados en la previa Asamblea de mayo, a lo largo de noviembre pasado se celebraron tres jornadas participativas para debatir sobre ese documento, sin que se produjese la asistencia pretendida (asistieron cinco colegiados en total, además de los miembros de esta Junta). Dichas sesiones se encuentran a disposición de los colegiados en la página electrónica institucional.
Este último proceso participativo venía precedido por una consulta pública para la presentación de sugerencias, abierta entre el día 12 de abril y el día 10 de septiembre de 2019, y un periodo posterior de información pública por plazo de un mes, con carácter previo a la Asamblea General de 19 de mayo de 2021. El número total de sugerencias presentado fue de dos.
El debate previo a la votación tampoco evidenció la improcedencia del texto elaborado, el cual, de haber sido tomado en consideración, y como se anunció en la Asamblea, se habría sometido tras su toma en consideración a un amplio periodo de enmiendas, antes de su aprobación definitiva, posibilitando de nuevo la participación de la masa colegial.
Ante todas estas circunstancias, la Junta de Gobierno ha ponderado cuál ha de ser la mejor decisión en garantía de los intereses de los colegiados, de la profesión y de la Institución.
Teniendo en cuenta los pocos meses que restan de mandato, y en ausencia de un presupuesto que permita ejecutar nuestro programa, la celebración de unas nuevas elecciones que otorguen legitimidad a la Junta de Gobierno que emane de las mismas, se erige como la decisión que entraña menores costes, de toda índole, para el Colegio.
Frente a las acciones coordinadas de una minoría que utiliza sistemática e inadecuadamente mecanismos estatutarios como el de la moción de confianza, cuya naturaleza debería ser excepcional, en lugar de acudir a los foros de participación que se ponen a su disposición para aportar lealmente y contribuir al mejor gobierno de nuestro colegio, las elecciones generales sirven para que tomen la palabra los colegiados.
En el proceso electoral, todas las sensibilidades del colegio podrán manifestarse a través de las oportunas candidaturas, en las que personas e ideas deberán confluir y conformarse debidamente, con rigor, claridad y seriedad, dejando a un lado intervenciones inopinadas.
La renuncia de la totalidad de la Junta de Gobierno es un acto meditado, resultado de una reflexión sosegada. La constitución de una Junta de Edad (artículo 38.2 y 3 de los Estatutos particulares del COAA), es garantía de la imparcialidad del proceso que, por su calendario, resulta especialmente oportuno, ya que estas elecciones habrían tenido que celebrarse en el mes de mayo de uno u otro modo.
Siempre hemos alentado el debate entre diferentes propuestas y creado los foros en los que poder contrastar opiniones y aportar, de manera constructiva, las ideas diversas que pudieran enriquecer la toma de decisiones. Nunca hemos entendido el Colegio desde el frentismo, que algunos practican.
Creemos en el Colegio y en el relevante papel que la Institución tiene frente a la sociedad y en defensa de la arquitectura y los arquitectos. Creemos en la elaboración de proyectos y propuestas, formalmente encauzadas, huyendo de las ocurrencias.
Culmina ahora, por tanto, y de momento, nuestra labor al frente del Colegio, pero nos emplazamos, en breve, a seguir trabajando, desde la posición que cada uno ocupe en cada momento, por la dignidad de la profesión y por los intereses reales de la misma, en beneficio de todos y sin excluir a nadie. Afrontamos un nuevo momento ilusionante con la celebración de unas nuevas elecciones, donde se debatirán ideas y programas, que culminarán con el refrendo de la candidatura que suscite más apoyos, en este objetivo compartido de trabajar juntos por los intereses de la profesión.
Recibid un cordial saludo.
