La decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias, Sonia Puente Landázuri, participó el día 29 de septiembre por la mañana en las XIX Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial, en la mesa debate sobre Protección Patrimonial y Planeamiento Territorial. En concreto, Puente Landázuri analizó El patrimonio industrial en la construcción cultural del Área Metropolitana de Asturias (AMA).
En su ponencia, Sonia Puente Landázuri, que participó en las jornadas como portavoz de los distintos grupos de trabajo del COAA, ahondó en las posibles actuaciones y las distintas oportunidades que se encuentran en el AMA. Además, hizo hincapié en la importancia de poner en marcha un plan de proyectos que comience ya a dar pasos reales en la creación de esa área metropolitana. “Una de las herramientas de las que disponemos dentro de este plan de proyectos pasa por la construcción cultural del AMA a través de su patrimonio”, señaló y añadió: “Tenemos que entender el AMA como una ciudad región que abarca toda la comunidad”.
La arquitecta mencionó distintos ejemplos de oportunidades ligadas al patrimonio en toda el área central. En Gijón, por ejemplo, explicó “se debe aprovechar el patrimonio industrial para conformar el Parque Científico Tecnológico de Asturias”. “Esto provocará un desplazamiento del centro urbano y un re-equilibrio territorial, más allá de conseguir regenerar ambientalmente la zona, y conformar tramas urbanas que cohesionan socialmente”, comentó, en referencia a tres actuaciones concretas: Natahoyo, La Camocha y el Plan de Vías.
En cuanto a Oviedo, la decana del COAA hizo especial hincapié en la Fábrica de Armas de La Vega y la Fábrica del Gas. Sobre la primera instalación, Puente Landázuri explicó que “nos encontramos ante un lugar estratégico de la ciudad, un patrimonio industrial significativo”. En este caso sería necesaria una actuación que tuviera por objetivos reequipar la zona este de Oviedo e incorporar el conjunto fabril a la trama urbana de la ciudad mediante nuevos usos. En cuanto a la Fábrica de Gas, la decana del COAA destacó su valor singular, tanto por su historia, su ubicación y su arquitectura. “Es necesaria la búsqueda de usos urbanos que permitan una nueva vida al recinto” dijo, y añadió: “Ahora mismo, el Plan Especial pone énfasis en la conservación de un buen número de elementos, pero sin un uso claro de los mismos, quedando por tanto como piezas museísticas de un conjunto fabril sin una idea o destino cierto”.
Puente Landázuri también analizó la situación de Avilés y de las cuencas mineras del Caudal y Nalón y el valle de Turón. En concreto, sobre Avilés, destacó toda su industria siderúrgica y las áreas residenciales ligadas a ella, de alto valor patrimonial, y de las cuencas mineras, la necesidad de trabajar en las oportunidades que ofrecen sus espacios naturales y el patrimonio minero.
Sobre todas estas zonas e instalaciones, Puente Landázuri habla de una actuación transversal: la movilidad sostenible, basada en la accesibilidad, el espacio público y el transporte: “Esta movilidad sostenible cose transversalmente todos estos ámbitos mejorando la accesibilidad y el espacio público del patrimonio industrial, integrándolo en la trama urbana y poniéndolo en valor”. Y trabajando en los objetivos principales del Área Metropolitana de Asturias: la regeneración ambiental, la cohesión social y el equilibrio territorial.
Por último, la arquitecta, experta en gestión territorial, hizo un recorrido por distintos ejemplos europeos de patrimonio industrial ligados a áreas metropolitanas, como la Cuenca del Ruhr en Alemania o la Isla de Nantes en Francia.
Con estos ejemplos de fondo, la decana del COAA insistió en la necesidad de trabajar en la construcción cultural del AMA a través de un Plan de Proyectos, “mediante un relato común, que incluya toda la riqueza de nuestro pasado y presente industrial, para formar parte de las sinergias metropolitanas”. “Se trata de poner en marcha acciones políticas decididas de ordenación territorial y urbana que impulsen estrategias de conjunto. Es una necesidad pero también debe ser un objetivo común de las actividades del gobierno como revulsivo y elemento catalizador de todos los agentes, políticos, económicos y sociales, con el objetivo de crear sentimiento identitario, porque una sociedad implicada en el proceso, implica legitimación del mismo, pero además sostenibilidad en el tiempo, factor clave del proceso”, concluyó.